viernes, 30 de diciembre de 2011

FUIMOS

Pertenezco a una generación en que la guerra no me era casual, en que la muerte cotidiana era algo más que un titular de los diarios.En que todavía las fiestas familiares terminaban con algún discusión vieja de remordimientos y orgullos, y  bajo la higuera de la casa el abuelo se degollaba el pavo de navidad  emborrachándolo, mientras en el horno de barro de hacía el pan.  
Una generación multicelular que quería ser de todo y al final terminó siendo Nada. Quería detener la Guerra de Vietnam y también la de Irak. Que anunciaba que de tanto matar árboles nos quedaríamos sin la sombra de vivir. Quisimos ser utópicos y también fieles a nuestra propia conciencia y equivocación, pero no fallamos en decir lo que vendría: peor el remedio que inclemencia, peor la falsedad que la desidia.
Fuimos una generación llena de tardanzas pero no de cobardías, llena de derrotas pero no de fracasos.
Cazadores de mariposas en verano. traviesos a la hora de la siesta.Constructores de chozas y barcos a la hora de la tormenta.
Y sobre todo fuimos soñadores en una época de gente demasiado despierta.