domingo, 10 de octubre de 2010

Un Nobel para Vargas Llosa

No soy un intelectual, ni un lector acérrimo de historia y literatura latinoamericana,
pero coincido plenamente con esta observación sobre las lamentables injusticias
que se cometen con los Premio Nobel.
Nada escapa la corrupción y la anomia ignorante o ciega.
Y sucede los mismo con Vargas Llosa, que tiene un universo tan estrecho
que sugiere que Borges hubiese merecido recibirlo más que él.
Justo él,  que ha perdido el rumbo de su razón en los ultimos años, y que a determinada
edad se aburrió de escribir y se dedicó la política como una forma experimental de cometer nuevos errores. Como una forma de ejercitar sus contradicciones.
Lamento profundamente que los premios que antes fueran emblematicos ahora no lo sean.
La conveniencia perjudica a otros nominados, pero sobre todo perjudica a toda la humanidad.

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