DEVASTACION
Ahora que la guerra acabó
inexorablemente
y que los niños que debían morir
murieron.
Quién podrá explicar
tanta desmesura y tanta atrocidad.
En qué extraño rosario
rezarán sus culpas y sus remordimientos.
La guerra es también un lugar común
aunque nos duela
la devastación incluye su ración de trigo
y su mortaja de carne
y tanto agujero provocado
(por las bombas)
que a cada herida de tierra
la taparán con sus muertos
y adornarán su célebre calavera
con el epitafio que seguramente diga:
“Todo lo que aquí aconteció
fue sólo por obra de dios
el azar o la justicia”
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