Cuando una mujer suplica
hay algo que está acabándose, algo de la piedad y algo de la igualdad.
(súplica perversa que nadie quiere entender).
Implora porque ya no puede soportar el peso de la misma injusticia:
Su virginidad abandonada
por una prosapia familiar perdida , por unas cuantas monedas de oro.
Su marido extraviado
vuelto un fundamentalista que muere sin resucitar los ideales de Alá.
Sus hijos que mueren en medio de los escombros de adobes, mutilados.
Esa mujer que suplica
esta rota, partida en millones de fragmentos que nunca podrán volver a unirse.
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